Cuando notes que una orquídea ya no parece tan vital como antes -las hojas pierden brillo, las raíces parecen menos frescas o el crecimiento está estancado-, puede ser señal de que ha llegado el momento de empezar de nuevo. No sólo para las hojas y las flores, sino sobre todo para las raíces.
Unas raíces sanas son la base de una orquídea fuerte. Con corteza de orquídea fresca y musgo de turba de primera calidad (esfagno de primera calidad), proporcionará a su planta una base aireada, nutritiva y segura para volver a crecer. Nuestra mezcla no contiene materiales calcáreos, por lo que es adecuada para especies a las que les gusta un pH ligeramente ácido y son sensibles a los minerales.
¿Por qué corteza fresca para orquídeas?
Con el tiempo, la corteza de una maceta se descompone, compactando la estructura. Esto reduce la circulación de aire alrededor de las raíces y puede retener demasiada humedad. La corteza fresca restaura la estructura aireada que necesitan las orquídeas epífitas. Así se evita la pudrición de las raíces y se fomenta la producción de raíces nuevas y sanas.
El papel del musgo de turba de alta calidad
El musgo de turba de primera calidad actúa como un depósito natural de humedad. Retiene el agua sin dejar las raíces constantemente húmedas y garantiza una distribución uniforme de la humedad en el sustrato. Además, el esfagno tiene propiedades antibacterianas suaves, lo que supone una ayuda adicional para la salud de las raíces.
Sin materiales calcáreos
Muchas mezclas ya preparadas contienen aditivos de tipo calcáreo, que aumentan el pH del sustrato. Para muchas orquídeas, como Phalaenopsis, Paphiopedilum y varias miniespecies-, un entorno ligeramente ácido es justo lo que necesitan. Si prescinde de estos aditivos, evitará un estrés innecesario a la planta.

¿Cuándo es el momento de la sustitución?
Un buen momento para trasplantar es cuando el sustrato pierde su estructura aireada, o cuando ves que las raíces están dañadas o han muerto. Incluso después de un periodo de floración, un sustrato nuevo puede ayudar a la planta a recuperar energía para la siguiente fase de crecimiento.
Con la base adecuada, una orquídea "cansada" puede recuperarse, formar nuevas raíces y, finalmente, volver a estar llena de flores. Todo empieza con unas raíces sanas - y con un nuevo comienzo.






























